sobre las cárceles...
la primera vez que "me di cuenta" fue en el circo kroner, la ultima noche después de 20 días agotadores de manifestación nos permitimos meternos al predio y hacer lo que a cada quién le veniera en gana, descargarnos de lo que aguantamos en el molde todo ese tiempo, era la última noche y no había prensa ni gente porque estaban en plena función, ni muchas personas manifestando más bien "los/as compañeros/as"
así que cada quien libre arremetió y se expresó a su forma, algunos/as con los empleados violentos y molestos que rondaban las cercas insultándonos cada noche, otros/as con los/as de la boletería, etc...
yo, me fui de lleno a dos policías contratados que me atomizaron los 20 días tratando de que no use el megáfono, violentando (hasta físicamente) mi libertad (y la del grupo entero) de expresar las ideas y el sentir antiespecista ...
la cosa es que estaba de frente a esos dos, y algo se apoderó de mi, les estaba gritando cosas sin pensarlas, que esto, que lo otro, que los animales, que tenes que entender, que mira a la elefanta, blah blah y derrepente, mirando a los ojos de uno de ellos, sentí que su corazón se ablando un poquito, capaz que de lastima de ver a una guriza tan desquiciada :) en ese momento extraño, le dije:
"porque vos también sos un animal y por vos también estoy acá"
no se que paso después de eso porque no me acuerdo de más nada, pero esa frase, que dije no se como, a los gritos, me quedo para siempre... entendí que "yo también soy un animal" y no desde el predicar vegano con esa linda frase que usamos siempre "todos somos animales" sino que de verdad me cayó la ficha ese día frente a ese policía de que él (igual que la elefanta) también era un esclavo (físico, mental y espiritual)
y yo también!
yo! que luchaba por liberar a los demás animales resultó que lo hacía desde una cárcel visible e invisible, llena de celdas... mi trabajo explotador, mis relaciones enfermas, mi familia impuesta, mi casa, mi estudio, lo que pienso siento hago y digo... todo falto de libertad... :(
a decir verdad, me metí en tremendo lío esa noche, pero, no me arrepiento,
porque desde ese instante lo que quería para los demás animales también lo quiero para mí,
y no he dejado de romper rejas, muros, candados y cadenas...
me acerqué al sol, a la pradera, a la montaña, al bosque, al océano, a las nubes, al viento
y sobre todo al amor...